Comunicado N° 052
Un llamado a construir país. La libertad, valor nos define como nación, requiere ciudadanía activa y fortaleza institucional. Sin diálogo no hay instituciones; sin instituciones mínimamente capaces, no hay dialogo que sirva.
Comunicado N° 052
El rector de la Universidad Autónoma de Colombia, con respecto la situación que desde hace una semana se viene presentando en nuestro país, se permite manifestar:
1. La democracia colombiana se sustenta, en primer lugar, en el respeto a la vida y dignidad humana. Es por ello que, como Universidad, rechazamos los excesos de fuerza contra los ciudadanos y aún las muertes violentas, especialmente de jóvenes –activos o no en la protesta-, que han ocurrido, al parecer a manos de integrantes de la fuerza pública. Es indispensable una investigación judicial pronta, al mismo tiempo que se logre una reacción adecuada, sustentada en los deberes y límites de la Constitución Política, por parte de las instituciones.
2. Igualmente, manifestamos el rechazo contra la violencia de la protesta que ha llegado niveles inusitados. Se habla de cientos de ciudadanos y quinientos policías heridos, al menos 23 ambulancias vandalizados sólo en el Valle del Cauca. La destrucción de locales comerciales, el bloqueo de vías que ya está causando desabastecimiento de alimentos y aún de oxígeno en los hospitales (en plena crisis de COVID), hacen indispensable reflexionar, hacer un alto en el camino. Hay gente que se aprovecha de la democracia y la libre circulación para crear desórdenes, destrucción de bienes públicos y miedo.
3. La ciudadanía tiene todo el derecho a protestar pacíficamente, tal como en su gran mayoría lo hizo el pasado 28 de abril. Fruto de ello, se logró el retiro de la reforma tributaria y el cambio del Ministro de Hacienda, el cual ha sido reemplazado por un hombre de talante conciliador y académico. A pesar de ello, la protesta pacífica se mantiene activa y la violenta parece aumentar, sobre todo en horas de la noche. Es cierto que nuestra sociedad se ha construido sobre una historia social compleja, que no ha disminuido la desigualdad social. Sin embargo, la democracia y la vida económica de la nación no son tan despreciables como muchos han querido pintarlas, bandera con la cual atizan la protesta y aún la violencia. Las coberturas en salud y en educación, la disminución de la pobreza durante el siglo XX (hasta la llegada del COVID), por sólo mencionar algunas cosas, no deben menospreciarse. Más bien haríamos todos en preguntarnos ¿cómo construir sobre lo construido? Pero, cuando algunos pocos abusan de sus derechos constitucionales y coordinan actos vandálicos y violencia contra personas y empresas, la protesta social sufre tanto como la integridad de las personas y la democracia.
4. Por lo anterior, consideramos necesario:
a- Quizás, antes de avanzar en más reformas (leyes), es indispensable un diálogo abierto liderado desde las autoridades, tal como lo hizo Francia ante crisis similares recientes. Hay que buscar construir consensos mínimos, como, por ejemplo, la sostenibilidad fiscal del estado, la generación de empleo urgente, las ayudas a los que están en la pobreza, la recuperación de las pequeñas empresas, el retorno a clases de los menores de edad que están sufriendo emocionalmente, y el rechazo a la violencia ilegítima como principio democrático mínimo.
b- La clase política debe hacer un acto de contrición y pensar en la disminución de gastos innecesarios o excesivos en el Estado colombiano: salarios y número de congresistas, instituciones poco productivas que recientemente se han ampliado en billones de gastos anuales, etcétera, etcétera.
b- La clase política debe hacer un acto de contrición y pensar en la disminución de gastos innecesarios o excesivos en el Estado colombiano: salarios y número de congresistas, instituciones poco productivas que recientemente se han ampliado en billones de gastos anuales, etcétera, etcétera.
En resumen, hacemos un llamado a construir país, antes que a defender privilegios sin fundamento. Un llamado en favor de la democracia y la libre opinión, pero también a la libre circulación. El deseo de libertad, tal vez uno de los valores que mejor nos definen como nación, requiere ciudadanía activa y fortaleza institucional. Sin diálogo no hay instituciones; pero sin instituciones mínimamente capaces, no hay dialogo que sirva más que para generar el caos.
Parafraseando al intelectual colombiano Mauricio García Villegas, la identidad cultural de una sociedad está dada por su arreglo emocional. Invito a que este momento no profundice el deseo de venganza, animosidad o amargura (sentimientos tristes). Más bien que prime la colaboración, la compasión, el perdón. Que nos unamos en torno a la idea de construir país, con eso es suficiente.
RICARDO GÓMEZ GIRALDO
Rector
Ver Comunicado N° 052 - Rectoría
Área: Rectoría
Noticia del : 2021-05-04 12:42:51